martes, 28 de octubre de 2008

LO QUE NO ES (O DEL JAGERMAISER)

Un hombre de aspecto sobrio, pero bien parecido, entra a un bar. Son casi las 3:45 de la tarde del martes de algún mes. Se sienta y pide un jagermaiser al tiempo que levanta la mano derecha para solicitar con el índice el encendedor. Prende un Marlboro rojo; el número 12 del día. Saca una pequeña libreta de bolsillo de tapas duras y negras y busca alguna anotación. Se coloca los audífonos y en su grabadora localiza la parte de una entrevista en el minuto 11 con 4 segundos. Transcribe al tiempo lo que se oye: "la tomé por la espalda, y con su ropa interior comencé a extrangularla (...) ella sabía que a mi me molesta que use esos colores en la cara y la blusa así de ajustada"...

Da otro sorbo a su jager preparado en perlanegra y se perfila para llegar "a tundir el teclado" en la redacción. Esta historia pinta para ser la buena...


***

Pese a los clichés de los que estámos rodeados los reportero y periodístas, muchas (muchísimas) de las cosas que se ven, leen o se escriben de nosotros no son realidad.
-Jamás un reportero estará (al menos a nivel local) "tranquilamente" en un bar a las 3:45 de la tarde bebiendo. A esa hora, por lo menos, ya debiste haber escrito tu adelanto y mandado al menos la primera nota.
-Si llegas con aliento alcohólico, como en cualquier otro trabajo, te corren.
-No todos tenemos libretitas de pasta negra y rígida al estilo Ernest Hemmingway
- Lo que sí es verdad es que muchas historias son terribles por lo que oyes, pero geniales por lo representan en la narrativa del día a día. Te topas con ellas a diario. Escuchas que alguien mato a alguien por los colores de su cara o el estilo de su blusa, o por 3 pesos, una bici, un trago de cerveza, simples ganas, o por lo que sea. Escuchas muchas historias, no sólo de muertes... de vidas también. Estás en lugares en los que sólo están los reporteros y de no dedicarte a esto seguro tampoco estarías. Eso sí, eso es lo único que sí pasa. Por lo demás, debes esperar a tu único día de descanso para disfrutar un jager y poner tu pose de escritor. Por ahora, en un martes cualquiera de fin de mes, a terminar la agenda y a "tundir el teclado" (expresión de Guero Tellez).

martes, 21 de octubre de 2008

REPENTINAS

II


"Habría que bailar ese danzón que tocan en el cabaret de abajo, dejar mi cuarto encerrado y bajar a bailar entre borrachos. Uno es un tonto en una cama acostado, sin mujer, aburrido, pensando,sólo pensando..." Jaime Sabines


Comencé a revisarme el pie derecho, jamás había sentido el dolor tan retardado. Era como tener una flecha incandescente justo en el talón. Un vidrió, que de inmediato reconocí como el cuello de una XX Lager, me estaba produciendo severo dolor.
No había sentido nada por el miedo, la adrenalina, o porque mi cerebro priorizó y prefirió poner como único foco de atención el escapar de un par de guarros vestidos con chamarra de cuero que me venían siguiendo con sus cabelleras a la más vieja usanza del Buki mayor.
Tomé el primer taxi que pasó. Una vez en el asiento de atrás, me hice pendejo como que algo se me cayó, y me agache hasta que saliéramos a la 11 sur. Mi pie estaba incontenible, eran litros de sangre los que perdía a cada minuto. No quise hacer ruido ni quejarme, pero sentí las ganas de gritar como cuando te pones un buen putazo en las espinillas. Me bajé y le pagué al taxista, o le pagué y me bajé del taxi. No recuerdo. Llegué a la entrada de mi cuarto, había que subir unas escaleras antes de topar con una puerta gris oxido, y pasar al eterno cuarto blanco. Creo que lo pintamos así porque ambos tenemos algo de locos, para sentirnos en nuestro ambiente, sólo faltaba acojinarlo.

Le grité a Ernesto que ya había llegado pero no me respondió. Supe con la intuición que tiene los enanos para recocerse entre sí, como dice Tito, que no estaba. Pasé al baño y saqué los ungüentos para curarme la herida. Poco a poco, fueron saliendo las astillas de vidrio que me había encajado. No entiendo cómo ando metido en esos pedos.
A veces creo que es mi naturaleza. Que no puedo vivir si desvelarme o estar al filo de la navaja, o del precipicio o de que me maten. Soy como un perro callejero. (En realidad lo más cerca que he estado de la muerte fue cuando un viejito dopado nos dio aventón a Ernesto y a mi y en la recta de San Juan del Río se quedó dormido, pero me gusta exagerar y sentirme el “intrépido”)
No sé como estuvo. Oí ruido, me gritó Rosario -“Salte en chinga” y sin más ni más me salí. Con la lógica absurda de quien van persiguiendo pensé: llegó a la Libertad Poniente, me clavo con el Chava, y si me la hacen de pedo, ahí entre tanta gente, en el local de un “casi” campeón mundial de peso completo, amigo, ¡qué digo amigo!, hermano de la infancia… le grito y les parte su madre pero fácil.
Y ahí iba otra vez, perseguido, con el verdadero sentido del miedo, pensado que podía ser la última carrera. Muchas cosas pensaba. En mi viejo, el reciente fallecimiento de la Tana, mi perra de toda la vida victima del olvido y el cáncer de mamas de perro, creo. En el tiempo perdido, en las cosas que faltan. Así como se oye de mamón, casi vomitando, porque desde que jugaba con el “Santos Gas Buen Servicio”, (en una liga de barrio), hace como 5 años, no corría más de 10 metros. Es decir, me habían seguido un sin fin de ocasiones, y más en los últimos meses, pero con decoro. No como animales salvajes. ¡No!, con cierta clase, que no se viera. Y mucho menos en esas colonias en donde el “que dirán” vale literalmente oro.
Esta vez no tuve suerte y un par de bizarros inagotables pese a su panza, venía detrás de mi. Mi plan, aunque cual maricón que corre tras su mamá, era casi infalible. Ni modo que el pinche Chava no hiciera el paro, cuando lo he llevado un sin número de veces a surtirse a la perrera. Y sin cobrarle un peso, pero sobretodo, conservando el secreto, que los mismos comensales le recuerdan diario como si supieran la verdad, como si entre sus bromas se ocultara el reflejo del Chava en sus ojos eligiendo perros grandes, con carne para que rinda. Tras la muerte de la Tana, quiso hacer lo mismo que con los demás, ¡con mi perra! ¡Cocinarla! Pero ella si era incomible. En tres segundos su carne se puso tiesa y en 4 segundos más estaba cubierta de sangre.
Yo viví todo su lastimoso proceso hacia el descanso eterno. Si hubiera seguido viendo esa agonía, seguro presencio como se eleva y se desvanece en mi azotea.
Bueno, el punto es que entre broma y broma, los clientes mencionaban el secreto inquebrantable de amistad que nos une. Es común escuchar frases como: “Ya están los de suaperro”, “Qué mi chava, uno de Pastor… Alemán”, acompañadas con una risa. Cuando me toca ver eso, realmente me siento más convencido de que en este país cerca del 90 por ciento de nuestro tiempo nos estamos haciendo pendejos. Sabemos que huele mal, pero no nos quitamos. Intuimos de manera muy cercana la verdad, que hay trucos, o mentira, pero seguimos adoleciendo de lo mismo. Perfectamente podemos dilucidar que es imposible en una economía como la nuestra, vender carne legitima a un precio tan bajo. Pero de lunes a viernes, y los domingos, el Chava tiene hasta la madre de gente. Lo que le ha permitido, entre otras cosas, ir a ver Julio Cesar Chávez en 3 ocasiones, hospedándose en el Cesar´s Palace a Las Vegas.
Total que aunque suene de película me acordé de muchas cosas, a pesar de los sonidos guturales que producía, casi apunto de vomitar corriendo. En una suerte de recuerdos, me vino a la cabeza cuando Ana se fue. Cuando mi mamá se fue, por un tiempo. Cuando no aparecí en las listas de los becarios de “CONAINCULTA”, o cuando me negaron la visa para irme a ver la estatua de la libertad y en un montón de mamadas más.
Pero por una extraña razón entre esa ráfaga de recuerdos el más intenso fue cuando vi al pendejo de Ernesto en la dirección de la Universidad con las manos detrás, sujetado, como un verdadero delincuente por posesión de drogas en la escuela. Bueno, de un gallito de marihuana. Recuerdo que ese fatídico día, Ernesto se mantuvo en una sola pieza frente al rector, frente a la directora, pese a que, en cuestión de 30 minutos de diálogo le estaban marcando la vida.
-“Olvídate de la beca, no más suplencias, tendrás que formar parte del grupo de adictos del campus si quieres permanecer (…) es porque eres un chico brillante”- juro que lo dijo, con voz entre cortada, Enrique Romero Hidalgo, hermano rector de nuestra alma mater. Así era de chingón Ernesto en la escuela, hasta el rector estaba hablándole como a un hijo, casi apunto de llorar.
El caso es que debía de curarme esa enorme herida. Volvía a gritarle a Ernesto. Salió despeinado, como siempre pero con el semblante como nunca. –¿Qué te pasó?- pregunté, pero el se rió para adentro, como suele hacerlo y me preguntó, -no mames, qué te pasó a ti, ¿otra ves de putañero?
Le conté lo que sucedió, desde que con lo huevos en la manos de Rosario me agarraron los guardias del estado mayor presidencial. Me andaba picando a la vieja del candidato, y creo que eso no se hace.
Ernesto me miró con sus ojos que siempre han visto a través de lentes. Hizo su boca como de puchero, mueca que tiene desde chiquito porque en varias fotos lo he visto con ese gesto, y empezó a reírse, primero para dentro, muy largo, preludio de una carcajada.

miércoles, 15 de octubre de 2008

AL MARGEN.- CANGREGOS BIS

.-Aunque la línea del blog está enfocada a aspectos periódisticos, este cuentito tiene una narrativa que me gusta mucho desde la primera vez que lo leí. Pensé que lo había perdido para siempre con el extravio del cd en donde lo quemé, pero me lo volví a encontrar (!). Aquí un buen cuento que regresó.


Luego de una dura jornada de recolección de muestras, el grupo de estudiantes de biología marina de la UBCS se detuvo a contemplar un glorioso atardecer. Acompañados con unas latas de Pacífico entre las manos, el momento no podía ser más pleno para cada uno de aquellos brillantes jóvenes. La belleza era inigualable mas, como en todo, sólo los entretuvo por algunos minutos. Las Contemplaciones pronto se perdieron y otra clase de ideas salió a flote, hasta irse desvaneciendo poco a poco arena, cielo y mar. No en vano, habían descendido desde lo más alto del país para llegar a donde nace la terrible ola verde. Sucia, la llamarían otros. No en vano, la Universidad había financiado todo el viaje, cervezas incluidas, porque Ellos eran La promesa. El cielo había desaparecido por completo y ahora brotaban frenéticamente hipótesis de investigación, pruebas de densidad, las nuevas muestras que habría que tomar y hasta la publicación de las tesis. Pero todo en secreto dentro de cada una de aquellas cabecitas, sin que ningún sonido saliera de sus bocas. Ciertamente eran compañeros, pero también era muy cierto que no habría becas para todos. Avanzando lentamente, entre todas las maquinaciones que se habían apoderado del paisaje, una larga y triste figura se interpuso entre ellos y el sol. Era una guera, como muchas otras, tal vez con algo más de nalga en esta ocasión, aunque nada que mereciera más atención que el tiempo que tardara en alejarse. Sólo uno de ellos se interesó, mas por aquello que se movía a los pies de la chica. Si se miraba con detenimiento, era posible discernir unas criaturitas agitadas que se confundían con la arena. “Cangrejos”, hubiera pensado cualquier oriundo del lugar. El ojo experto del biólogo, por su parte, se emocionaba al confirmar que se trataba de una decena de cangrejos violinistas. Imposible, ¿fuera de sus madrigueras? ¿En una playa tan aberrante como esa? Aún más extraño le resultaba, si no había visto mal, el movimiento de sus pinzas, el que hacen los machos en cortejo.
Aquel atardecer no podía ofrecerle más al joven investigador, quien vislumbró un jugoso financiamiento de proyecto, sin mencionar un prestigioso futuro en la comunidad científica. Mientras tanto, en los pensamientos de la ya lejana figura, a punto de perderse en el horizonte, se repetía un pesado monólogo. Aquella noche brillaron todas las estrellas y nadie las vio. Aún así, alguien, en otro tiempo, recibió, por séptima vez, unos aretes de plástico. (escrito por Elisa Lavore)

martes, 14 de octubre de 2008

diez.- LAFIESTADELESPÍRITU...MILITAR

No he acudido al Cervantino. El próximo sábado me corresponde la cobertura de un par de eventos. Sin embargo, las imágenes que llegan a la redacción de "La Capital Cervantina de América" dejan ver una ciudad amedrentada por la presencia del Ejercito Mexicano.
La nobleza de las artes empeñada de verde olivo por orden expresa del gobierno federal y del "Presidente Soldadito". La "Fiesta del Espíritu", en esta ocasión pareciera zona de guerra. La psicosis producida por "sicarios, zetas, "familias michoacanas", granadas...".
Aunado a esto, el "pánico" que produce la ineptitud de las autoridades y la falta de tacto e inteligencia del gobierno en sus tres niveles al propiciar, con los despliegues "peliculescos", el cometido del crimen organizado: "producir terror".

Aquí las "orgullosas" cifras de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) en su primer fin de semana.

Boletín Informativo PGJ 234/2008

· En los filtros instalados en la ciudad por la Procuraduría General de Justicia se han revisado más de mil 700 vehículos.

· Durante el fin de semana se reportó saldo blanco.

Guanajuato, Gto. 13 de octubre de 2008.- Durante el primer fin de semana del XXXVI Festival Internacional Cervantino, se registró saldo blanco.
Las diversas corporaciones encargadas de salvaguardar la seguridad de los guanajuatenses y visitantes continúan realizando su labor en diversos puntos de la ciudad de Guanajuato.
Durante los día 11 y 12 de los corrientes se revisaron en los filtros de revisión un total de mil 798 vehículos, de los cuales 5 tenían reporte de robo vigente en las ciudades de Salamanca, León, Distrito Federal y Jalisco.
En los módulos ubicados en la caseta, Yerba-buena, Nochebuena y valenciana el sábado 11 se revisaron 965 vehículos y el domingo 12 u total de 833 autos revisados.
En cuanto a personas detenidas, se reporta una cantidad de 189 personas aprehendidas por faltas administrativas, y tres más por posesión de hierba verde al parecer marihuana.
El día 11 de los corrientes se detuvieron 66 personas y el domingo 12, 123 personas fueron remitidas a los separos de esta localidad.
Algunas de las faltas administrativas fueron:
-Causar escándalo y riña en vía pública.
-Ingerir bebidas alcohólicas en lugares públicos.
-Manejar un vehículo en estado de ebriedad.




domingo, 12 de octubre de 2008

FRAGMENTO DE REPENTINAS

Un fragmento de Repentinas que si no se publicará, habrá que aprovechar "el medio propio" y mostrarla en partes.



III


“Hay tres temas: el amor, la muerte y las moscas. Desde que el hombre existe, ese sentimiento, ese temor, esas presencias, lo han acompañado. Traten otros los dos primeros. Yo me ocupo de las moscas que son mejores que los hombres, pero no que las mujeres”
Augusto “Tito” Monterroso.

(...) El “trabajo” no era el más decente pero al menos me daba en ese momento para poder pagar la renta, intentar estabilizarme económica y mentalmente, el café y el periódico de la mañana, unas cuantas cervezas el sábado, cigarros y camiones.
Desde hace muchos años tenía cierta repulsión a las dos caras de los funcionarios o autoridades de cualquier índole que bajo el mojigato aspecto de “santos”, tenían vidas torcidas que se reflejaban en los puestos que desempeñaban.
El corrupto del secretario del salud, por ejemplo, no era más que un jotito de closet que buscaba la oscuridad de los viernes y cerca de la Madero levantaba chamacos para llevárselos al motelear.
Eso no era lo malo. A final de cuentas cada quien hace lo quiera con sus hoyos. El problema era que al otro día, a las 8 de la mañana, ponía su cara de imbécil y en un congreso de VIH, reprobaba la homosexualidad al ser uno de los principales “males” de la época que detonaba la “peor de las epidemias del siglo” y que estaba acabando con “nuestros jóvenes”.
Por esos tipos, por esos ojetes, me dediqué de tiempo completo a la extorsión.
Conseguí que en uno de los diarios de mayor circulación del estado me dieran un trabajo de medio tiempo como fotógrafo de deportes. Bueno, Diego consiguió que me dieran el trabajo. El sueldo realmente era una jalada que los dueños de las empresas les dio por ponerles el mote de “simbólicos”, pero al estar 9 meses con ese “simbolismo” tenía que buscar formas alternas de ganar dinero.
De ahí tomaba las agendas de los funcionarios, sus horarios, sus teléfonos, sabía en donde estarían en las mañanas y monitoreaba sus movimientos por las tarde.
Todos, bueno casi todos, tenían cola que les pisaran. Académicos, del clero, de la política, del ramo empresarial. Era como si un patrón los marcara.
La doble vida era el común denominador. Yo los seguía en las noches, principalmente los fines de semana y de ahí venía el dinero que me permitiría por ahora vivir, pero muy pronto largarme, poner una galería fotográfica con escuela, y ser feliz en alguna ciudad del sureste del país, tal vez (o tal vez no) junto a Julieta.
Les tomaba fotos saliendo de teibols, de moteles, de la mano de jovencitas, comprando cocaína, en cafés entregando portafolios que jamás sabía que era lo que tenía adentro pero que algo malo sería, porque cuando enviaba las fotos con la misma leyenda: “Siempre hay alguien observándote” y un número de cuenta, al día siguiente yo podía pasar al cajero y revisar el depósito com-ple-ti-to.
Cancelaba esa cuenta y abría otra. Me acabé los bancos de la ciudad y pedía a conocidos muy cercanos que a su nombre abrieran cuentas, sólo para un depósito y mi gratitud con una botella de Apleton y mil varos era más que suficiente para ellos.
En ese tiempo también los amigos se me estaban acabando.
Este trabajo es muy demandante. Hay que meterse de lleno en las vidas de otros y apenas tenía tiempo libre.
Ya casi cumplía un año en este oficio y por primera vez me encontraba ante un verdadero problema ético.
Tenía “en exclusiva” como casi todas mis fotos, a Rosario Marín, de “perrito” con un joven de apariencia hipiosa arrodillado detrás de ella. La esposa del candidato a la gobernatura poniéndole unos cuernos de "cebú" al blanquiazul candidato.
El problema era que el pendejo que se había metido con la hermosa señora de alcurnía, que daba donativos en Cáritas y el día de Reyes no dejó a un solo niño del DIF sin juguetes, era Diego, mi hermano del alma, mi compañero de casa y de vida y el único amigo que me quedaba.
Esas fotos de mínimo, por el momento político, valían como los bonos de carbono tan de moda en estos tiempos de deterioro ambiental: en euros.
Sí las enviaba, o las truqueaba borrando la cara de Diego, no tendrían validez. Sería muy fácil decir que estaban trabajadas en algún programa de edición y el teatro se vendría abajo.
Tenía que confesarle a mi hermano, que jamás lo había involucrado en esto ni para abrir una cuenta, que las rentas no salían de tomar fotos en los juegos de fútbol del llano.
Que me disculpara por entrar a ese trabajo que me consiguió en el periódico, y en donde él cada vez más se afianzaba como un sobresaliente reportero y de frente confesarle:
-Diego, soy extorsionador profesional y te torcí con doña Chayo cogiendo.-
Seguro que él entendería eso pero mi abuso de confianza no. Se jactaba, y lo era, de ser un tipo honesto. Lo de la casi primera dama era una calentura y no violentaba sus principios. Tenía mucho de guerrillero y era irreductible en sus convicciones.
Si me preguntan, yo creo que hasta la enamoró antes de coger con ella (...)


sábado, 11 de octubre de 2008

nueve.LÍNEAÁGATA.- ELREALISMOMÁGICONATURAL


El Hospital General Regional (HGR) fue el lugar de un insólito nacimiento. El pasado lunes, una mujer leonesa dio a luz a un bebé siamés, que actualmente está en observación, sin embargo, tiene mínimas posibilidades de vida.
Este es el primer caso en 10 años que se registra el nacimiento de un siamés en la ciudad. Sin embargo, este caso presenta características que posiblemente jamás se han presentado en el país.
Pesó 3 kilos 500 gramos, y en términos concretos, es un cuerpo normal, con 2 extremidades inferiores y dos superiores (brazos y pienas), pero con la condición de tener 2 cabezas soportadas por un cuello.
En su pecho laten 2 corazones unidos por la cavidad izquierda, tiene 3 pulmones, 2 estómagos, un riñón izquierdo, un hígado, un coxis y unos genitales.

Jairo Barajas Rangel, coordinador del área de neonatos del HGR, explicó que un grupo de doctores del Hospital de Alta especialidad, determinaron que no existía la posibilidad de separación de los cuerpos, por lo que su traslado a otro nosocomio sería en vano.
En el estado, son 4 casos de nacimientos de siameses los que se han presentado en 20 años.
“Es un caso muy raro en esta región (...) en este caso en particular las características son únicas, nunca se habían presentado (...) el pronóstico es malo, las posibilidades de vida son prácticamente nulas por sus órganos internos”, señaló.
La probabilidad de un nacimiento siamés es de un caso por cada 80 mil niños nacidos vivos. Pero el caso registrado en León, es aun más improbable: 1 entre cada 200 mil nacidos vivos.
Baraja Rangel dijo que no se han detectado causas específicas por las que se presentó esta condición tan extraña de nacimiento. Enfatizó en que es una cuestión multifactorial, que va desde predisposición genética, ingesta de medicamentos, consumo de drogas (que no es el caso de los padres de este recién nacido) u otros factores.


LA HISTORIA COMPLETA