(La publico en mi blog para generar presión al lanzamiento del Blog "De Grueso Calibre")
Jesús Padilla.- REFORMA
Todas las noches Verónica tiene que sortear las bajas temperaturas para ganar clientes, de esos que buscan calor en medio de la frialdad de Tlalpan.
Por eso, en cuanto aparece un auto a baja velocidad desabotona su abrigo y deja ver su cuerpo cubierto por escasa ropa interior.
"Yo en estas fechas llevo un abrigo, pero abajo tengo muy poca ropa y cuando pasa un cliente yo abro el abrigo y le enseño, porque pasa la tira en las patrullas y ya nos advirtieron que si ven que prendemos una fogata nos van a caer y quien sabe que nos hagan", explica.
Grecia, otra sexoservidora, dice retadora: "No le hace que caiga nieve, si no trabajamos no comemos y si no enseñamos no vendemos".
En medio de la noche, reflexiona que en esta época deberían cobrar más.
"Nosotras damos calor y así como en estas fechas suben las chamarras, nosotras también deberíamos cobrar más", afirma.
Las sexoservidoras tratan de mitigar el frío con café, y entonces Grecia, quien en realidad se llama Julián, cuenta que nació y se crió en Toluca.
Por eso está acostumbrada (o) a las bajas temperaturas.
"Yo soy de Toluca y aguanto más, pero otras de mis compañeras no pueden y como a eso de las tres (de la madrugada) se empiezan a abrigar y cuando llega un cliente o ven que va a pasar se lo quitan, pero ya no las ven bien y a mí sí se me quedan viendo", menciona.
De acuerdo al Sistema Meteorológico Nacional las bajas temperaturas en la madrugada han alcanzado los cero grados centígrados en la capital, pero aún así las sexoservidoras y sexoservidores salen a las calles en busca de clientes.
"Se nos pone la piel chinita, nos tiemblan las rodillas, pero el frío se nos quita con los clientes, es cuestión de agarrarle la onda", relata Verónica, la joven de 19 años de edad.
Grecia es más arriesgada: viste una minifalda que apenas cubre sus glúteos implantados y un top que tapa sus implantes pectorales.
Valeria, mejor conocida como "La Garibay" se encuentra sobre Tlalpan frente al Metro Villa de Cortés, tiene 51 años, luce una minifalda que dejan ver sus piernas.
No quiere decir nada, sólo asegura con voz entrecortada que resiste el frío por su hijo que cursa el tercer semestre del bachillerato.
"Yo no quiero que esté (su hijo) en este medio (de la prostitución), por eso me chingo todas las noches y el frío luego se quita", menciona.
De acuerdo con estadísticas de organizaciones sociales, en el DF hay por lo menos 5 mil sexoservidoras.
Este año, la Policía les prohibió prender fogatas en la vía pública como lo hacían en otras ocasiones."Desgraciadamente si no enseñamos, no vendemos, ni modo a muchas de nosotras nos da gripa, y nos enfermamos", dice Grecia mientras espera un cliente en Tlalpan y Lago Poniente
Por eso, en cuanto aparece un auto a baja velocidad desabotona su abrigo y deja ver su cuerpo cubierto por escasa ropa interior.
"Yo en estas fechas llevo un abrigo, pero abajo tengo muy poca ropa y cuando pasa un cliente yo abro el abrigo y le enseño, porque pasa la tira en las patrullas y ya nos advirtieron que si ven que prendemos una fogata nos van a caer y quien sabe que nos hagan", explica.
Grecia, otra sexoservidora, dice retadora: "No le hace que caiga nieve, si no trabajamos no comemos y si no enseñamos no vendemos".
En medio de la noche, reflexiona que en esta época deberían cobrar más.
"Nosotras damos calor y así como en estas fechas suben las chamarras, nosotras también deberíamos cobrar más", afirma.
Las sexoservidoras tratan de mitigar el frío con café, y entonces Grecia, quien en realidad se llama Julián, cuenta que nació y se crió en Toluca.
Por eso está acostumbrada (o) a las bajas temperaturas.
"Yo soy de Toluca y aguanto más, pero otras de mis compañeras no pueden y como a eso de las tres (de la madrugada) se empiezan a abrigar y cuando llega un cliente o ven que va a pasar se lo quitan, pero ya no las ven bien y a mí sí se me quedan viendo", menciona.
De acuerdo al Sistema Meteorológico Nacional las bajas temperaturas en la madrugada han alcanzado los cero grados centígrados en la capital, pero aún así las sexoservidoras y sexoservidores salen a las calles en busca de clientes.
"Se nos pone la piel chinita, nos tiemblan las rodillas, pero el frío se nos quita con los clientes, es cuestión de agarrarle la onda", relata Verónica, la joven de 19 años de edad.
Grecia es más arriesgada: viste una minifalda que apenas cubre sus glúteos implantados y un top que tapa sus implantes pectorales.
Valeria, mejor conocida como "La Garibay" se encuentra sobre Tlalpan frente al Metro Villa de Cortés, tiene 51 años, luce una minifalda que dejan ver sus piernas.
No quiere decir nada, sólo asegura con voz entrecortada que resiste el frío por su hijo que cursa el tercer semestre del bachillerato.
"Yo no quiero que esté (su hijo) en este medio (de la prostitución), por eso me chingo todas las noches y el frío luego se quita", menciona.
De acuerdo con estadísticas de organizaciones sociales, en el DF hay por lo menos 5 mil sexoservidoras.
Este año, la Policía les prohibió prender fogatas en la vía pública como lo hacían en otras ocasiones."Desgraciadamente si no enseñamos, no vendemos, ni modo a muchas de nosotras nos da gripa, y nos enfermamos", dice Grecia mientras espera un cliente en Tlalpan y Lago Poniente
No hay comentarios:
Publicar un comentario