sábado, 27 de junio de 2009

AGOLPES

Como en cualquier parte del mundo, en mi ciudad, también a la gente la matan. Aunque por años los leoneses consideraron que había una especie de domo gigante que los protegía de ciertas cosas, que aquí no pasaba nada, que en León el manto de la Virgen de la Luz siempre los protegía y que finalmente el lugar más seguro, en caso de que el mundo se acabara, era León, las cosas han cambiado.
La resistencia al cambio es el dilatador de mediocridad más poderoso. Ante nuevas realidades, nuevas acciones. Sin embargo, como si se tratara de un vieja televisión que no recibe bien la señala y envía interminables puntos blancos y negros acompañados por un sonido de gis molesto, las autoridades de seguridad pública (como dicen ellos, "de todos los niveles de gobierno")se han empeñado en arreglar la avería como el clásico insensato que a golpes pretende que se vuelva a ver.
Yo entré a ese bar. Dejé a Tako y me fuí. Con resaca en la junta de las mañanas revisé los periódicos. Nada al respecto aun. Había sido cerca de las 4, el periódico ya estaba hecho. Revisé las fotos del fotógrafo de la guardía nocturna. Casi completa, la masa encefálica de un hombre a dos metros del cuerpo con la cabeza destrozada a fuerza de una AK-47.
El inmenso domo protector de la Virgen de la Luz ya no es el resguardo necesario. Pegarle como chango a una cosa para que se componga es una idea de alguien que piensa como primate. Yo no quise ni una cerveza en ese lugar. Algo no estaba bien. Yo mismo no estaba tan bien. Me fui a dormir tranquilamente. Soñé con Guanajuato. Desperté pensando lento. Pase el resto del día creyendo más en los libros.

LA HISTORIA
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=336011

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